Aura.

Carlos fuentes.

Personaje principal. Es la sobrina de la viuda de Llorente. Dueña de una seductora juventud y unos imponentes ojos verdes. Silenciosa y sumisa ante la tía. Cuenta como un joven historiador que, atraído por un muy buen sueldo, llega a una antigua casa en el viejo centro de la ciudad lo que parece uno más de mis malos sueños, es recibido por la hermosa sobrina de la señora que lo contrato, ellas viven en un casona del centro, en la que crece un jardín de plantas extrañas a las que la luz del sol no da vitalidad sino la luna.
Felipe Montero es requerido para organizar y rescribir las memorias de un coronel francés que peleó y luchó en México. Consuelo, la viuda del coronel, y Aura, su sobrina, viven en esa casa. Felipe se impresiona con la belleza de la sobrina y decide quedarse. Empiezan a suceder cosas extrañas en la desgastada y oscura casa. Entre la realidad y la fantasía, Felipe vive un romance con Aura y está convencido de querer llevársela de allí. La anciana perece dominar a la sobrina y, además, ambas actúan de la misma forma. Felipe pierde el sentido de la realidad, entre los sueños y la vida diurna.
Aura se llama la joven dueña de los deseos amorosos del historiador, estos deseos van surgiendo desde el primero momento en el que tuvo un vago acercamiento a ella, en cambio es mucho más activa la cercanía con la señora de la casa, ya que esta le provee de trabajo, el cual consta de la transcripción y rescate de las antiguas notas del esposo fallecido hace ya décadas.

Durante los primero días de trabajo y convivencia en la casa lo único que lo sacaba de la tranquilidad era pensar en la joven y hermosa mujer, durante las cenas el solo podía pensar en ella y en como se parecía más que una sobrina en la sombra de la anciana anfitriona.


En Aura se pierde la línea divisoria entre la realidad y la ficción, va más allá de ser una historia de apariciones sino que explora en las obsesiones más profundas de los seres humanos y el amor.


La cena 

Una mañana, Alfonso recibe una esquela en la que lo invitan a la cena dos damas desconocidas, Doña Magdalena y su hija Amalia. Acude a la invitación cuando tocan nueve campanadas. Después de la cena, en la que Alfonso abusa ligeramente del vino, van al jardín oscuro y se queda dormido un rato sobre el banco. Cuando abre los ojos, Amalia, en una atmósfera extraña, le cuenta a Alfonso la historia de un capitán. Luego, en la sala le muestra el retrato de dicho militar y Alfonso se da cuenta de que ese retrato es él mismo. Con una tremenda tensión por la sorpresa sale de la casa y corre hasta llegar a su propia casa. Las nueve campanadas no han dejado de sonar y Alfonso nota que sobre su cabeza hay hojas caídas de ese jardín y una florecilla en su ojal.



    Author

    Write something about yourself. No need to be fancy, just an overview.

    Archives

    Mayo 2013

    Categories

    Todo